Bienestar para la mujer: el útero: ese espacio dentro de nosotras tan importante

EL ÚTERO

Una tarea importante, muchas veces por su complejidad y siempre por su delicadeza, es la sanación y equilibrio de nuestro útero, nuestro caldero sagrado, nuestro centro de sensaciones. Es por ello, que si las situaciones cotidianas y a lo largo de nuestra vida, que nos han generado estrés, dolor, ira, desvalorización (que pueden somatizarse en quistes, miomas, …) no se han sanado, por multitud de circunstancias, se van a quedar plasmadas en nuestro útero. Por eso es importante prestarle atención a esta parte de nuestro cuerpo, nuestro segundo chakra y nuestro amado caldero sagrado.

A continuación podéis leer extractos de un artículo muy interesante sobre el útero de la mujer extraído de:

http://www.mamadre.cl/por-que-es-importante-y-sanador-que-la-mujer-limpie-su-utero-energeticamente/

El útero por excelencia recibe, pero también tiene la capacidad de entregar, liberar y soltar, de hecho todo en la naturaleza tiene la capacidad de contraerse y relajarse, de recibir y de entregar, es así la armonía que nos rodea. Sin embargo a la mujer no se le educó sobre el poder que tiene su útero, sobre todo se censuró la capacidad de soltar, se nos inculcó miedo al liberar y relajar, los úteros se enfriaron y dejarnos de vibrar, palpitar y moverse, dejaron las mujeres de abrir sus vaginas para permitir el paso de sus bebes, de hecho  la menstruación “que liberamos mes a mes” fue interrumpida con pastillas, tampones, toallas que absorben la sangre. En síntesis el arte de “liberar” se maltrató, incluso  las mujeres “libres” que bailaban en torno a una fogata o movían su pelvis libremente las apuntaron con el dedo, y a otras las quemaron por esta libertad, por este acto de soltar. Las mujeres fuertes y valerosas parecían ser las mujeres que aguantaban. Y a las mujeres con capacidad de decidir se las trató de desobedientes.

 

EL ÚTERO ADQUIERE Y RECOGE MEMORIAS POR MEDIO DE 4 ENERGÍAS:

A través del linaje femenino:

La información se pasa de útero a útero, por la unidad dual madre-hij@. Cada hija trae consigo a su madre, y a todas las madres que existieron antes que ella. Podemos registrar en la etapa gestacional las impresiones y sentimientos de nuestra madre, podemos también reconocernos entre las mujeres de nuestro linaje femenino y encontrar muchas cosas en común, incluso sueños y deseos, hábitos y carácter, pero sobre todo esto de recibir energía de nuestro linaje se da pues nacimos del útero de una mujer, de su copa, de su matriz, del lugar donde ella dirige sus emociones, pero donde también sofoca su sentir, por ende crecer en el vientre de nuestra madre nos conduce necesariamente a entender y sentir a nuestra línea materna y en algún momento empatizar, aprender y por qué no, sanar junto a ellas.

Por medio de la impregnación energética: que es cuando intercambiamos fluidos como: semen, fluido vaginal. Y de esta manera se activa el detector de las variaciones físicas o químicas que provienen del interior del individuo con el que compartimos nuestros fluidos. Cuando intercambiamos fluidos no solo estamos asimilando la información química, que nos entrega este intercambio, también estamos obteniendo el psiquismo celular de nuestras parejas. Y en la virtud mal aspectada que muchas mujeres tenemos de retener es que retenemos ese psiquismo celular de la pareja con la que estuvimos sexualmente en nuestro útero. Yogi Bhajan explicó cómo las experiencias sexuales son impresas en nuestra aura, y en nuestra mente subconsciente. Cada uno se impregna con una intensidad diferente. Las mujeres son muy sensitivas y recibidoras de la cualidad penetrante del hombre.

Cuando un hombre penetra una mujer, el aura de esta mujer quedará impresa durante 7 años en un orden decreciente a medida que se aleja de la fecha de la penetración. Si te preguntas ¿En que te influye tener impresa la penetración de una pareja en tu aura?.

La impregnación funciona así: Recibimos, retenemos, acumulamos información de nuestras parejas sexuales y la sostenemos en nuestro útero, esto ocurre en cada encuentro sexual, cobijando esa frecuencia en la que transito nuestro acompañante sexual. En cada encuentro cuando el semen entra o cuando hay un beso e intercambiamos saliva, estamos compartiendo material genético, información, energía que en oriente bien se comprende que estos fluidos son la VIDA, en ellos hay mucha información. No por nada para saber cómo está tu cuerpo se hacen exámenes a estos fluidos, sea sangre, saliva, flujo vaginal, semen.

De manera que si vemos al útero como bien dilucidaron los médicos de la antigüedad como una llave para la comprensión de la psiquis femenina encontramos entonces que el útero tiene una vibración y frecuencia tan alta que retiene y recoge información tal como nuestro cerebro. Lo que viene a hacer notar que lo que aun retenemos en el útero sea nuestro o no, pasa directamente a afectar nuestro pensar y actuar… de esto que las hormonas se polarizan, segregamos más testosterona que estrógeno y progesterona, nos masculinizamos, no sabemos la dirección a tomar, surge mucha duda, nos sentimos incomprendidas, perdidas en algunos casos y tantas cosas más que muchas no llegamos a entender por qué entramos en eso y consultamos cientos de terapeutas, y psicólogos para que nos sirvan de brújula para encontrarnos…y la brújula siempre existió, sólo que está tapada, por energías que no son nuestras, que están demás en nuestro interior, en nuestro espacio psíquico úterino, esta comprensión nos lleva a descubrir por qué nos hemos alejado cada vez más de nosotras mismas, de nuestra esencia innata de sanación y dirección, de nuestra esencia femenina de la fidelidad a nuestra alma.

Por medio de la Emisión de energía:

La cual necesita proximidad y tiempo; por ejemplo les ha pasado que ¿cuándo se juntan con su amigas tres o cuatro días (sino menos) en un mismo espacio, comienzan a menstruar todas juntas? Pues eso se da por la emisión uterina por proximidad entre mujeres y asiduidad. Es decir este psiquismo femenino surge por la proximidad de vibración entre una y otra mujer. De ahí que en los círculos de mujeres se libera en todas la hormona oxitocina que es activada por proximidad y está demostrado que la oxitocina mejora la capacidad de la mujeres (hombres también) de confiar en otras personas, promover la actividad social, superar el temor a la traición y crear un círculo de confianza y afecto. La cual SANA la ruptura de la hermandad femenina, comenzamos a confiar en la otra mujer, sea conocida o desconocida, pues empezamos a emanar, a recordar el origen es decir LA UNION.

De la misma manera que el dormir con un acompañante, pareja, esposo que está constantemente, enojado, con rabias, mal humorado etc (emociones por las que todos pasamos) pues por emisión nosotras lo sentiremos y no sólo eso, si no, que posiblemente entremos en esa misma frecuencia de energía.

También tenemos los introyectos: Un introyecto es una idea, una creencia que se absorbió en determinado momento de la vida, usualmente la infancia. Esta idea tal vez ya no responde a la situación y necesidades presentes, pero sigue vigente. Usualmente un introyecto toma forma en una oración con la palabra debes, o deberías. Por ejemplo si durante tu infancia te decían que “debes ser una mujer r fuerte y mantener al pie del cañon”, “ que una mujer fuerte es la que lucha”, o que “debieran las mujeres ser obedientes, ser buenas niñas” etc pues si estás hoy en tu vida adulta y has pasado por un momento difícil y no puedes manifestar tu debilidad, no te permites llorar o sentir incluso confiar, o delegar, te aseguro que si buscas en tus introyectos de mujer encontrar frases como las descritas arriba, creencias que posiblemente sea tiempo de soltarlas para incorporar creencias que se adapten a tu presente y te fortalezcan y empoderen como persona, como mujer sagrada. Ahora bien .Significa esto que un introyecto es malo? No, sólo que puede no responder a la necesidad que tiene tu alma en el presente y puedes sentir frustración, miedo, inseguridad, desconformidad y muchas veces sin saber la causa concientemente, incluso algunos síntomas se presentan por introyectos como por ejemplo “ ando enferma, pues ando con mi regla”, “ pronto me voy a indisponer”, “ para que voy a ir a esa reunión si será lo mismo de siempre, me dejaran en lista de espera”, “ para que tratar de quedar embarazada si ya llevo 10 intentos y no pasa nada, mi útero no me funciona” etc, una larga lista de creencias que se anidaron en nuestra mente femenina, por ende en el útero.

Es importante agregar lo que Ana Silvia Serrano nos explica sobre la energía que anida en el inconsciente femenino Y para qué decir de la energía que aún anida en el inconsciente femenino a nivel colectivo y que muchas pasamos por alto, las historias de sufrimiento, humillación, dolor que hemos grabado en nuestros cuerpos, en nuestro inconsciente. Historias que han quedado reprimidas y bloqueadas a nivel individual y por ende colectivo. Por ello, es inminente atender las historias de vida que no hemos logrado cambiar y repetimos una y otra vez, año tras año, siglo tras siglo, vida tras vida”.

Como pueden ver el útero es más que un órgano encargado de acunar bebes, pues en el reside una energía que fue digna de investigar por muchos hombres y que hasta hoy solo conocen las mujeres que han despertado a esta sensibilidad uterina y logran pues moverse en el mundo recibiendo información de sus sentidos del vientre donde está la llave a su psiquis.

Está en nuestras manos el don de sanar nuestro útero, resignificarlo y permitir que entre en nosotras la energía femenina-comprensiva, compasiva, incluyente, sanadora, sabia y creadora. Los pensamientos en positivo sobre nuestro útero, cuidarlo sobre todo escucharlo nos lleva directo a la llave que nos dirige al ALMA FEMENINA, a la sanación personal y colectiva de esta alma integradora y amorosa.

Siente tu útero como una copa, una copa en la que entra información, y que tú eres la encargada de alquimizar la información, entregando tu sangre menstrual a la tierra, permitiendo con este acto psicomagico que tu linaje se libere de ataduras establecidas, generación tras generación y así también honrar al hombre que visito este espacio sagrado… convocando que tu útero sea prístino y vivas solo tú en el ya no más en función de otro. Al sanar nuestros cuerpos físicos, sanamos nuestras mentes y pensamientos de falsas creencias, los liberamos de ese desequilibrio para tocar nuestras más profunda esencia que sólo alcanzamos a través de las emociones, del sentir. De esta manera, dejaremos de “responsabilizar al otro” para empezar a crear nuestras vidas en esa interna y verdadera realidad que es el equilibrio mismo entre nuestro pensar y nuestro sentir.” Ana Silvia Serrano

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