Historia de Edward Bach y las 38 flores

Edward Bach investigó y creó uno de los métodos de sanación a través de las flores más valorados y utilizados desde hace décadas que lleva su nombre:

Las Flores de Bach

 

Edward Bach, Licenciado en Ciencias. Médico cirujano, bacteriólogo, patólogo y homeópata inglés. Es conocido por ser el descubridor de los Remedios Florales de Bach e igualmente, por haber desarrollado una filosofía y un método que aplica las esencias florales con fines terapéuticos conocido como terapia floral.

Nació el 24 de septiembre de 1886, en Moseley, una pequeña villa en las afueras de Birminghan, Inglaterra. La procedencia familiar se situaba, no obstante, en el país de Gales y, tal vez esto explique parte de su amor por la naturaleza entendida en términos espirituales, una de las características de su pueblo originario, con el que siempre mantuvo lazos de profundo afecto. A temprana edad se destacaba por su intelecto capaz, ávido de profunda concentración y firme determinación.

Fue un joven ‘idealista’, con altos valores morales y buen sentido del humor. De carácter silencioso, se lo podía ver y caminando a solas o sentado al pie de un árbol durante varias horas. Al finalizar el ciclo de escolaridad secundaria ya había delineado con el propósito de aprender el arte de curar y para costearse los estudios, trabajó durante tres años en las industrias de su familia, aunque no por necesidades económicas. Esta decisión le permitió vivenciar la dura vida obrera mediante lo cual pudo observar desde mayor  la profundidad de la naturaleza humana.

A los 16 años Bach se une a un regimiento militar, al Cuerpo de Guardia Worcester (Worcester Yeomanry), que recientemente había venido de Sudáfrica de su enfrentamiento con los bóer. Ya por entonces sentía cierta disconformidad con los tratamientos paliativos que recibían sus compañeros de trabajo cuando enfermaban y comenzó a creer que debería haber un modo eficaz de cura, incluso para las enfermedades consideradas por entonces incurables.

En 1906, con 20 años empezó sus estudios de Medicina en la Universidad de Birminghan. Luego se trasladó a Londres y completó sus estudios médicos en el Hospital del Colegio Universitario (University College Hospital) en 1912, donde obtuvo varios títulos académicos: Miembro del Real Colegio de CirujanosLicenciado del Real Colegio de Médicos.

En 1913, Edward Bach obtiene dos licenciaturas: la Medicinae Baccalaureus, y la Licenciatura en Ciencias. Y luego agrega otro título académico: Diplomado en Salud Pública extendido por la Universidad de Cambridge en 1914.

También ejercía como Cirujano Residente para Accidentes en otra institución sanitaria, el National Temperance Hospital.

Para 1915 comenzó a trabajar nuevamente en el Hospital del Colegio Universitario como Bacteriólogo Asistente, desarrolla una larga investigación en la terapéutica con vacunas útiles para el tratamiento de enfermedades crónicas. También daba clases de Bacteriología; y en 1916 fue nombrado Director del Departamento de Bacteriología.

En  1917el Dr. Bach sufre una importante hemorragia, donde los médicos que le tratan le dicen que no le quedan más de tres meses de vida. Permaneció esos tres meses en cama. Como sintió una mejoría, reunió sus fuerzas y marchó al laboratorio a trabajar. Se sumergió en la investigación día y noche. No solo no pensaba en su enfermedad porque tenía la mente ocupada sino que también el volver a trabajar en función del objetivo de su vida le traía energía para proseguir. En poco tiempo se encontraba totalmente recuperado y había sacado de su mente todo lo que le había sucedido. Sus colegas médicos no comprendían lo que había pasado.

En marzo de 1919 Bach accede al Hospital Homeopático de Londres (London Homoeopathic Hospital) como Patólogo y Bacteriólogo. Continúa investigando bacterias intestinales clasificándolas según el patrón de fermentación de azúcares.

Ingresa en el Hospital Homeopático de Londres hasta 1922. Fue en esta circunstancia que conoció la doctrina del dr. Hahnemann y su libro básico, el Organon del arte de curar, escrito más de cien años antes de su tiempo. Descubrió la genialidad de Hahnemann, se dio cuenta de que podía combinar sus principios con los de la Homeopatía y empezó a preparar sus vacunas con la metodología homeopática y a administrarlas por vía oral y ya no por vía parenteral como se practicaba hasta entonces. Los resultados fueron brillantes.

Estableción una afirmación: no se debía repetir la dosis mientras que la anterior estuviera actuando. Pues los mecanismos de curación se relacionaban con el individuo como un todo.

El trabajo de Bacteriólogo y Patólogo en el Hospital Homeopático de Londres crecía tanto que se le volvía prácticamente imposible el desarrollo de otras actividades, pues todavía tenía su consultorio en Harley Street y un pequeño laboratorio en el centro de Londres donde trataba a los pacientes de manera gratuita.

Las investigaciones de Bach se plasman en varias publicaciones médicas en el contexto homeopático, incrementando su reputación como bacteriólogo:

1. The Relation of Vaccine Therapy to Homoeopathy, The British Homoeopathic Journal, April 1920. (Trabajo que fue utilizado como material para una exposición que hiciera Bach para la London Homoeopathic Society ese mismo mes).

2. Bach E.; Teale F.H. (1920). «The Nature of Serum Antitrypsin and its Relation to Autolysis and the Formation of Toxins». The Proceedings of The Royal Society of Medicine.

3. The Relation of Autotryptic Titre of Blood to Bacteria Infection and Anaphylaxis, F.H. Teale & E. Bach, The Proceedings of The Royal Society of Medicine, 1920.

4. The fate of ‘washed spores’ on inoculation into animals, with special reference to the Nature of Bacterial Toxaemia, F.H. Teal & E. Bach, Journal of Pathology and Bacteriology, 1920.

Ya para 1922 deja su puesto en el HHL y se muda hacia Park Crescent donde desarrolla sus investigaciones en un laboratorio más grande, costeado por él mismo. Sin embargo, se queda con su consultorio de Harley St. donde continúa con sus prácticas médicas.

En 1925 Bach presenta su primer libro “La enfermedad crónica, una hipótesis en acción” escrito en colaboración con el Dr. australiano Charles E. Wheeler, quien fuera asistente de Bach durante las investigaciones en el Hospital Homeopático de Londres. Luego, para el Congreso Homeopático Internacional de 1927 celebrado en Londres, Bach y los doctores C.E. Wheeler y T.M. Dishington presentan un trabajo titulado “El Problema de la Enfermedad Crónica”. Y a principios de 1928 The Medical World publica “An Effective Method of Combating Intestinal”.

Hacia finales de 1929 resolvió abandonar su encumbrada posición en el seno de la comunidad científica y su actividad en Londres, el consultorio de Harley Street y los dos laboratorios, con el propósito de hallar en la naturaleza el sistema de cura que lo motivó desde niño. A pesar de sus esfuerzos, sus pares de la comunidad científica rechazaban de plano el espiritualismo como vía de acceso a los propósitos de la medicina entendida como parte de las ciencias naturales, y los homeópatas no aceptaban entre otras cosas, revisar el método negativo.

Fue entonces cuando abandonó los beneficios de la ciudad y una carrera prominente en la sociedad médica londinense y a sus cuarenta y cuatro años volvió a Gales, su tierra natal.

En mayo del siguiente año, Bach estaba caminando de mañana por el campo, como solía hacer con frecuencia, observó en las flores gotas de rocío sobre sus pétalos y que el sol, al incidir sobre ellos, extraería sus poderes curativos. Pensó entonces que si recogiese el roció de estas flores después de la salida del sol pero antes de que se evaporara, tendría un líquido que sería un medicamento.

Recogió estas gotas de algunas plantas no venenosas, como una abeja que va de flor en flor para hacer miel. Con gran percepción y sensibilidad, que aumentaba de modo insidioso para su salud y experimentándolas en sí mismo –según las crónicas-, fue descubriendo lo que las flores tenían de curativo. Sufrió muchas reacciones, algunas leves, pero otras veces tuvo vómitos, fiebre, dolores, erupciones, etc.

Como este sistema de recolección era muy dificultoso y lento y lo importante era la incidencia del sol en los pétalos y la transferencia de las virtudes curativas a un líquido, colocó los pétalos en un recipiente de vidrio con agua pura de una fuente, tanta como para cubrir la superficie, durante algunas horas, un grupo de 3 horas, otro 4 y otro 7, bajo el sol. Después retiró los pétalos, almacenó la suficiente cantidad cuando empezaba a marchitarse. El método de reproducción y potenciación de las propiedades del rocío le parecía perfecto: no se destruían las plantas para hacer el remedio. Se usaba el aire libre, la luz del sol suministraba calor, el agua y la tierra, que nutrían la planta, es decir, los cuatro elementos. No se utilizaba un laboratorio.

Un mes y medio después escribió: Cúrate a ti mismo que se llamó inicialmente Sal a la luz del sol (Come out into the sunshine), que fue editado a fines de 1930.
A estas alturas, Bach había fijado su residencia en Cromer, Norfolk, cerca de la costa. Fue allí donde sistematizó los Doce Remedios Curadores (Healers), -según las crónicas. De agosto a septiembre descubrió otras seis flores curativas en sus caminatas por la región de Cromer.

A su casa comenzaron a llegar cada vez más personas en busca de sus remedios, que empezaban a conocerse debido a los resultados maravillosos que conseguían. El primer caso fue tratado con Agrimony, se trataba de una señora alcohólica, con crisis de insomnio y pérdida de conciencia, que se recuperó totalmente. Bach iba acumulando experiencia en la nueva terapeútica, observando cuidadosamente la acción de los remedios preparados con las flores y anotando los casos.

En la primavera de 1931, en el mes de Abril parte nuevamente para Gales en busca de las trece flores restantes para completar los doce estados del espíritu que había sistematizado. Pero no fue allí sino en Sussex donde descubrió a Water Violet. La siguiente fue Gentian en Kent, en septiembre. Todavía faltaba una.

En la primavera del año siguiente, 1932, viaja a Londres en donde escribe Libérate, en las horas que pasó bajo los árboles de los parques londinenses, recuperándose. La ciudad, las multitudes, las corridas, todo lo presionaban. Solo soportó dos meses y volvió a los campos de Kent donde encontró a Rock Rose y completó la serie de los Doce Curadores. Escribió entonces Los Doce Curadores.

Como la comunidad científica de la época signada por el dominio del neopositivismo se resistió a aceptar su método terapeútico, comenzó a difundir los remedios en la prensa común. Estas publicaciones produjeron un proceso ético que le inició el Consejo Médico Británico producto del cuel no fue expulsado.

En enero de 1933 se fue de Cromer a Marlon donde buscó los remedios para atender a otros cuatro estados del alma que ya había diagnosticado pero que todavía no contaban con medicamentos. Ahí encontró a los denominados “cuatro auxiliares” en las inmediaciones de Cromer, lugar al que volvió tres meses después y en el que permaneció hasta febrero de 1934. Con el tiempo agregó otras dos flores para completar el Remedio para las Urgencias. Con éste salvó a un pescador que casi se había ahogado en una tempestad en la costa de Cromer.

Bach fue desarrollando cada vez más su desapego por las cuestiones materiales. Desde que abandonó la ciudad de Londres no volvió a cobrar una consulta y vivía de las donaciones voluntarias de los enfermos. Reinvertía el dinero proveniente de la venta de sus libros para abaratar aun más el precio de las nuevas ediciones.

En Abril de 1934 se mudó a Sotwell a una pequeña casa llamada “Mount Vernon”, donde se quedó hasta su muerte. Fue en esta región donde completó la serie de los otros tres para publicar: Los Siete Auxiliares y la Historia de los Viajeros. En Marzo de 1935 encontró el primero de la serie de los 19 restantes: Cherry Plum. En los seis meses que seguirían se dedicó casi enteramente a la búsqueda del resto de la serie. En la mayoría de los casos encontraba la planta o la flor. Antes de fin de año completó la serie de los 19 y totalizó los 38 Remedios Florales.

Este exhaustivo trabajo: el descubrimiento de las 19 Remedios en tan poco tiempo -seis meses de intensa actividad interior y desgaste de su energía vital-, comparándolo con los cinco años que le demandó sistematizar los anteriores 19 Remedios, tal vez haya sido uno de los factores que incidió en el quebranto definitivo de su salud.

En una carta de noviembr de 1935 le manifiesta a un paciente que le había preguntado por los honorarios, que “… por el momento no se preocupe. Nuestro principio es éste: nostros usamos sólo las plantas que nos da la Divina Providencia, el arte de la curación es demasiado sagrado como para ser comercializado y no existe lugar para los beneficios …”.

La exposición física que había decidido que consistía en vivenciar cada remedio en su persona lo dejaba más de una vez exhausto y debilitado. Las personas que lo acompañaban fueron testigos del enorme esfuerzo requerido por semejante dedicación. El grupo estaba formado por Nora Week, que acabó siendo la base de la continuidad de su trabajo, Víctor Bullen y el Dr. Wheeler.

A comienzos del año 1936, el 8 de enero, escribe su última carta a la “Junta Médica General” dirigida al Señor Presidente, en que manifiesta que:

“… Habiendo recibido la notificación de la Junta referida al trabajo con asistentes no calificados, corresponde que le informe que estoy trabajando con varios y continuaré haciéndolo. Como ya le he informado anteriormente a la Junta Médica, considero que es el deber y el privilegio de todo médico el enseñar a los enfermos y a otros cómo curarse. Dejo completamente librado a su discrección los medios a adoptar. Y habiendo comprobado que las flores del campo son tan simples de usar y tan maravillosamente eficaces en sus poderes curativos, hice abandono de la Medicina Ortodoxa. Lo saluda atte. Edward Bach…”

El 21 de mayo del mismo año escribió un pensamiento filosófico en oposición al pensamiento materialista de la época. Dijo al respecto:

“…Todo verdadero conocimiento viene solamente de nuestro interior, en silenciosa comunicación con nuestra propia Alma. Las doctrinas y la civilización nos han despojado del silencio, nos han robado la conciencia de que nosotros sabemos todo lo que sucede dentro de nosotros mismos. Se nos ha llevado a pensar que son otros los que nos deben enseñar y nuestro propio Ser espiritual ha quedado sumergido. La bellota, llevada a cientos de millas de distancia de su árbol madre, sabe sin que nadie se lo enseñe, como convertirse en un perfecto roble. El pez en el mar y en los ríos pone sus huevos y se aleja nadando. Lo mismo sucede con la rana, la serpiente pone sus huevos en la arena y sigue su camino y sin embargo dentro de la bellota y de los huevos de pez, de rana y de serpiente, esta la sabiduría necesaria para que los que nacen lleguen a ser tan perfectos como sus padres. Las jóvenes golondrinas no se pierden en su ruta hacia los cuarteles de invierno, a cientos de millas de distancia, mientras sus padres siguen ocupados con la segunda prole. Tenemos mucha necesidad de volver a creer que dentro de nosotros esta toda la verdad. De recordar que no necesitamos ningún consejo, ninguna enseñanza excepto la de adentro. Cristo nos enseñó que los lirios del campo, sin trajes ni peinados, están mejor vestidos que Salomón en toda su Gloria. Y Buda nos enseñó que todos estaríamos en el camino de nuestra realización personal el día que nos libráramos de sacerdotes y de libros…”

El 24 de septiembre, día de su último cumpleaños, pronunció una conferencia acerca de la finalizacion y difusión de su trabajo, en el seno de la Logia masónica de Wallingford. Realizó una minuciosa descripción de los remedios, su utilización, sus virtudes, eficacia y alcance, e insistió en que lo importante es que se alivia al paciente de las perturbaciones que padece.

El 26 de Octubre realizó un llamado a sus colegas, en el cual manifestó lo siguiente:

“…Después de muchos años de investigación he descubierto que ciertas plantas tienen la mas maravillosas propiedades curativas y que, con la ayuda de las mismas, un gran número de casos que mediante tratamientos ortodoxos solo podíamos paliar, ahorra son curables. Es más, una enfermedad que se avecina puede tratarse y evitarse en esta etapa en la que la gente dice “quizás seria conveniente llamar a un doctor”.

Pero cuando ganemos la confianza de aquellos que nos rodean y podamos convencerlos de que hay que atajar a la enfermedad en sus primeros estadios y además, cuando podamos explicarles que en los casos más obstinados y crónicos es mejor perseverar con el tratamiento, nuestra obra se amplicará considerablemente. Porque tendremos un ejército de personas a nuestras puertas, días, semanas o meses antes de lo que vendrían para curar su enfermedad y en segundo lugar, ya no llegarán a nosotros los casos crónicos solo para aliviar sus dolores o molestias sino también para que sigamos la atención de dichos casos, con la esperanza de obtener su curación. Las hierbas mencionadas pueden usarse conjuntamente con cualquier tratamiento ortodoxo, o agregarse a cualquier receta y aceleraran a que el tratamiento de todo tipo de casos, sean agudos o crónicos, resulte un éxito. En este tiempo que vivimos la medicina ortodoxa no consigue vencer una proporción de las enfermedades de este país y ya es tiempo de ganar nuevamente la confianza de la gente y justificar nuestra noble vocación. Las flores son fáciles de entender para todo estudiante de la naturaleza humana y una de sus propiedades es que pueden ayudarnos a evitar que una enfermedad orgánica se instale cuando el paciente esta en ese estado funcional que tan a menudo precede a las dolencias agudas o crónicas.

El mismo día 26 de Octubre escribe a sus colegas de Mount Vernon, Wallingford y Berks:

“Queridos amigos, seria maravilloso formar una pequeña fraternidad sin rango ni oficio, no muy grande y en nada inferior a la otra, que se dedicara a los siguientes principios.

1- Que nos ha sido revelado un sistema de curación que no se conocía en la historia de los hombres, ya que, con la simplicidad de los remedios florales podemos anunciar con seguridad, con absoluta seguridad, el poder de vencer a la enfermedad.

2- Que nunca criticaremos ni condenaremos los pensamientos, las opiniones ni las ideas de los otros, recordando siempre que todos los hombres son hijos de Dios, que cada uno de ellos lucha a su manera por encontrar la gloria de su Padre.

3- Que salimos, como caballeros antiguos, a destruir el dragón del miedo, sabiendo que quizá nunca digamos una palabra de desaliento, sino que podemos llevarles esperanza, y más que nada, certeza, a aquellos que sufren.

4-Que nunca nos conmoverán el aplauso o el éxito que podamos encontrar en nuestra misión, sabiendo que no somos más que mensajeros del Gran Poder.

5-Que cuanta mayor confiaza ganemos de aquellos que nos rodean, proclamaremos que creemos ser los agentes divinos enviados a socorrerlos en su necesidad.

6-Que a medida que se mejoren, anunciaremos que las flores del campo que los están curando son el regalo de la naturaleza, es decir el regalo de Dios, y así los traeremos de vuelta a la creencia en el amor, la misericordia, y la tierna compasión, y al Poder Todopoderoso del Ser Superior.”

El mismo día le escribe a Víctor Bullen:

“Querido Vic. Creo que has visto todas las fases de esta obra. Podemos agradecer éste último episodio del doctor Max Wolf. Es una prueba del valor de nuestra obra, cuando los agentes materiales se levantan para distorsionarla, porque la distorsión es un arma mucho mayor que el intento de destrucción.

La humanidad pidió el libre arbitrio y Dios se lo otorgó, por lo tanto el hombre siempre debe tener una opción. En cuanto un maestro da su obra al mundo debe surgir una versión distorsionada de la misma. Esto le ha sucedido tanto a los más humildes como nosotros, que hemos dedicado nuestro servicio al bien de nuestros semejantes, como al más elevado de todos, a la divinidad de Cristo.

La distorsión debe surgir para que las personas puedan elegir entre el oro y la escoria. Nuestra obra adhiere a la simplicidad y pureza de este método de curación y cuando sea necesaria una nueva edición de Los Doce Curadores, debemos ampliar la introducción, para destacar con firmeza la ausencia de efectos dañinos, la simplicidad y los milagrosos poderes curativos de los remedios, que se nos han mostrado a nosotros a través de una fuente que es mayor que nuestro entendimiento.

Ahora siento, querido hermano, que encuentres cada vez mas necesario entrar en un silencio temporal, tú tienes en tus manos toda la situación y puedes manejar todos los asuntos conectados con los pacientes o con la administración de esta obra de curación, sabiendo que a personas como nosotros, que desean la gloria del auto sacrificio, la gloria de ayudar a nuestros hermanos, una vez que nos ha sido dada una joya de tal magnitud, nada nos puede desviar de nuestro sendero de amor y obligación para exhibir su lustre, pureza y sencillez a las personas de todo el mundo.”

 

 

Centro de Edward Bach en Mount Vernon, Inglaterra

DE LA AGRIMONIA AL SAUCE

El Doctor Bach creó 38 esencias florales y el remedio de urgencia que figuran a continuación:

agrimony

AGRIMONY-AGRIMONIA: para las personas que no reconocen las verdades y eluden los conflictos. Por temor a discusiones dolorosas (tanto interior como exteriormente) intentan expulsar de la conciencia sus verdaderos sentimientos (temores, agresiones o penalidades) y ocultarlos frente al exterior detrás de una fingida despreocupación o alegría. Ponen una sonrisa en su cara para esconder sus problemas.

aspen-alamo-temblon

ASPEN-ÁLAMO TEMBLÓN: para las personas que padecen de presentimientos desagradables o temores indeterminados.

haya

BEECH-HAYA: para personas que son críticas e intolerante con los demás.

centaury

CENTAURY-CENTAURA MENOR: para personas que les cuesta decir “no” y están ansiosas por complacer. Dejan que se aprovechen de ellas.

cerato

CERATO-CERATOSTIGMA: para personas inseguras que no saben cómo deben actuar y que, por lo tanto, constantemente solicitan consejo a los demás.

cherry-plum-cerasifera

CHERRY PLUM-CERASÍFERA: para personas en las que existe el riesgo de que cometan actos irreflexivos o que pierdan la razón.

chesnut-bud

CHESTNUT BUD-BROTE DE CASTAÑO: para personas que aprenden con dificultad o que cometen siempre los mismos errores.

chicory

CHICORY-ACHICORIA: para personas muy ansiosas que hacen cosas por los demás para atarles; extremadamente posesivas y esperan que los demás tengan sus mismos valores.

clematis

CLEMATIS-CLEMÁTIDE: para personas que sueñan despiertas y están desinteresadas por el presente. Se entregan a las fantasías y sueños de futuro y a menudo pierden el nexo con la realidad.

crab-apple

CRAB APPLE-MANZANO SILVESTRE: para personas que tienen poca autoestima y se sienten avergonzados de sus complejos físicos.

elm

ELM-OLMO: para personas que les angustia el exceso de responsabilidad.

gentian-genciana

GENTIAN-GENCIANA: para personas que se desaniman con facilidad y dudan constantemente.

gorse-aulaga

GORSE-AULAGA: para personas que han perdido la esperanza.

brezo-comun

HEATHER-BREZO: para personas egocéntricas que necesitan hacerse valer, que no pueden estar solas y que no dejan de hablar de sí mismas.

+++Ilex aquifolium - c./Goya, 103, 12.4.13 19.19h

HOLLY-ACEBO: para personas que tienden a presentar reacciones excesivamente desapacibles o agresivas, arrebatos de celos irracionales, extremadamente envidiosos o sospechan fácilmente.

honeysuckle

HONEYSUCKLE-MADRESELVA: para personas que viven en el pasado, nostálgicas y que añoran demasiado.

hornbeam-hojarazo

HORNBEAM-HOJARAZO: para las personas que dudan de sus capacidades para afrontar las tareas de trabajo cada lunes por la mañana.

impatiens

IMPATIENS-IMPACIENCIA: para personas impacientes y que se enfadan con facilidad.

larch

LARCH-ALERCE: para personas con falta de confianza sí mismas y sentimientos de inferioridad.

mimulus

MIMULUS-MÍMULO: para personas que tienen fobias o miedos conocidos: a volar, a morir…

mustard

MUSTARD-MOSTAZA: para personas que de vez en cuando y sin motivo aparente padecen cambios de humor, melancolía o depresiones.

roble

OAK-ROBLE: para personas que son tremendamente exigentes consigo mismas y les hace estar exhaustas.

olive

OLIVE-OLIVO: para personas que física y mentalmente están muy agotadas.

pino-albar

PINE-PINO SILVESTRE: para personas que se sienten culpable por los fallos de los demás.

red-chesnut

RED CHESTNUT-CASTAÑO ROJO: personas que se preocupan demasiado por los demás anticipándoles males o desgracias.

RESCUE REMEDY: para personas que se encuentran en una situación estresante.

rock-rose-heliantemo

ROCK ROSE-HELIANTEMO: para personas que han vivido situaciones de terror, se sienten asustadas y no reciben ayuda.

rock-water

ROCK WATER-AGUA DE ROCA: para personas muy estrictas consigo mismas o con tendencia a la automortificación. Excesivamente autodisciplinados y se ponen el listón muy alto.

scleranthus-2

SCLERANTHUS: para personas a las que les cuesta tomar decisiones.

star-of-bethlehem

STAR OF BETHLEHEM-LECHE DE GALLINA: para personas que han vivido una situación de shock.

sweet-chesnut

SWEET CHESTNUT-CASTAÑO DULCE: para personas en una situación de profunda desesperación.

verbain

VERVAIN-VERBENA: para personas demasiado entusiastas que argumentan con principios e ideas fijas.

vine

VINE-VID: para personas que tienen un carácter fuerte, con tendencia a ser dominantes e inflexibles.

walnut

WALNUT-NOGAL: para personas que afrontan demasiados cambios en su vida y necesitan protegerse de las influencias ajenas.

water-violet

WATER VIOLET- VIOLETA DE AGUA: para personas que prefieren estar solos o que son orgullosas y tienen a aislarse.

white-chesnut

WHITE CHESTNUT-CASTAÑO DE INDIAS: para personas con demasiados problemas y preocupaciones.

wil-oat-avena-silvestre

WILD OAT-AVENA SILVESTRE: para personas insatisfechas con su vida y no pueden decidir el camino a seguir.

wild-rose

WILD ROSE-ROSA SILVESTRE: para personas que no pueden animarse con nada o que se dejan llevar resignadas por la vida. Hacen poco esfuerzo para mejorar situaciones.

willow

WILLOW-SAUCE: para personas con remordimientos y que se autolamentan.

 

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