Muchas personas nos hemos planteado por qué atraemos o somos atraídas por el sexo opuesto de manera inconsciente o sin explicación aparente.
La explicación a este tipo de fenómeno puede tomarse de muchos estudios científicos llevados a cabo por un grupo de investigadores que, junto con la doctora y bióloga Winnifred Cutler, especialista en el comportamiento humano y presidenta del Athena Institute, encontraron en 1986 que el ser humano libera una feromona.
La misión de esta doctora es ayudar a las mujeres a aumentar su sabiduría y habilidades relacionadas con su cuerpo, salud y bienestar. Este instituto de investigación biomédico está dedicado a mejorar la calidad de la atención sanitaria de las mujeres.
El enfoque principal del Instituto Athena es la endocrinología conductual — la relación entre su comportamiento y su fisiología
*Endocrinología: especialidad médica dedicada al estudio de las hormonas fabricadas por el organismo, que son secretadas por diversas glándulas y participan en el funcionamiento adecuado del cuerpo, a través del transporte de la corriente sanguínea. Permite comprobar el correcto funcionamiento de estos sistemas de regulación, la cantidad de estas hormonas y tratar cualquier enfermedad relacionada con un desarreglo hormonal.
La investigación del Instituto Athena aborda:
los beneficios del «régimen adecuado» de la terapia de reemplazo hormonal;
el riesgo real de cáncer de mama, evitando histerectomía y ovariectomía innecesarias;
respuesta sexual en mujeres;
menopausia;
osteoporosis;
sexo durante la menstruación; y
las feromonas como atrayentes sexuales
¿QUÉ SON LAS FEROMONAS?:
Son sustancias químicas que actúan como señales. Las feromonas son sustancias inodoras que son captados por los óranos transductores como la nariz y órganos precursores evolutivos similares, que naturalmente el cuerpo fértil excreta externamente, transportando una señal aérea que proporciona información y dispara respuestas en el sexo opuesto de la misma especie.
Es decir, tienen una funcionalidad a nivel subconsciene que han sido reconocidos por el papel que juegan en la atracción sexual. Los seres humanos producen estas substancias a través de las glándulas sudoríparas del cuerpo. Las feromonas se encuentran sobre todo en el sudor, la orina, la saliva y la mucosidad.
De hecho, en los animales, se había sabido que las feromonas servían para promover el comportamiento que perpetuaba la especie.
En las abejas obreras en particular existe una feromona de alarma producida por las glándulas de Nasanov, que se ubican desde el punto de vista anatómico bajo el abdomen. Otras feromonas son producidas sólo por la abeja reina, así por ejemplo, en la secreción de las glándulas mandibulares, congregan y generan colmena.
Los estudios recientes de Cutler demuestran que las mujeres son afectadas por las feromonas de hombres y mujeres. En cuanto a los humanos se ha descubierto que las feromonas poseen efectos hormonales de importancia, principalmente en las mujeres. Está comprobado científicamente que las feromonas despedidas en los períodos de ovulación de una mujer puede afectar y regular el ciclo menstrual en otras mujeres, sincronizándose entre grupos de mujeres que pasan en contacto mucho tiempo juntas. La mujer que sufre de menstruación irregular puede ajustar sus ciclos con sólo inhalar la esencia masculina.
Al igual que los demás seres vivos, el ser humano segrega feromonas que son producidas de manera natural para comunicar ya sea su estado de ánimo y salud o para indicar su disponibilidad o compatibilidad sexual. Los estudios llevados a cabo en los seres humanos sobre esta señal química nacen a partir de las exitosas investigaciones que se han realizado desde hace algunos años en los insectos.
En el reino animal es bien conocido que las hembras emiten atrayentes sexuales que hacen que los machos (de la misma especie) se acerquen. Como antenas o en algunos casos de forma oral, por integrantes de la misma especie provocando cambios en su comportamiento reflejándose en llamados y cambios posicionales de migración y ubicación, además de estados de excitación, tanto de alertas de peligro o para época de apareamiento.
Las feromonas animales eran tan bien entendidas, a finales de los años 70, que los fabricantes las estaban comercializando como controles de plagas; las feromonas fueron usadas para atraer y desviar animales y bichos a trampas para prevenir daños de cultivos y flores.
La doctora Cutler fue uno de los científicos que trabajaron en la investigación que probó la existencia de feromonas humanas por primera vez. El descubrimiento de feromonas sexuales humanas: en 1986, la doctora Cutler y sus colegas, proporcionaron la prueba de que las mujeres y los hombres emitían feromonas en la atmósfera y demostraron que las feromonas extraídas podían ser recolectadas, congeladas por más de un año, descongelado y luego aplicado tópicamente sobre el labio superior de los receptores para imitar algunos de los efectos feromonales encontrados en la naturaleza.
Antes de su investigación histórica, no había indicaciones concluyentes de que las feromonas fueron excretadas por los seres humanos.
¿Qué información se sacó de los estudios de la Dtra. Cutler?:
En estos estudios se encontró que las mujeres que tienen relaciones sexuales con hombres al menos una vez a la semana son más propensas a tener ciclos menstruales normales, menos problemas de infertilidad y una menopausia más leve que las mujeres que son célibes o que tienen sexo esporádicamente.
Los hallazgos de feromonas indican que un factor esencial, aparte de las relaciones sexuales en sí, es la exposición a químicos aromáticos específicos exudado en los olores corporales normales de un hombre. Cuando una mujer recibe estos productos químicos, por el olor o la absorción de la piel, aunque ella no los nota conscientemente, mejoran automáticamente su funcionamiento fisiológico. Aunque las afirmaciones de descubrir una feromona humana no son nuevas, las afirmaciones más antiguas no se han basado en experimentos controlados y la mayoría de los científicos no han encontrado los argumentos persuasivos
» Es increíble. Un patrón muy claro ha estado emergiendo y confirma que la salud reproductiva óptima de una mujer es parte de un sistema finamente afinado y que un hombre, de manera regular y sostenida, es una parte esencial de ello , dijo Cutler, quien ha dirigido el esfuerzo de investigación. «No estaba claro hasta nuestros estudios más recientes lo importante que es realmente la esencia masculina», dijo, «pero ahora que sabemos esto, ayuda a explicar nuestros hallazgos anteriores. Se podría decir que la exposición a las feromonas es la esencia del sexo.»
Un reconocido investigador, el doctor J.H. Fabre, narra que una noche de mayo, estando en casa, apareció una hembra de una gran mariposa, la Saturnia pyri, que se nutre de diversas especies forestales; ocho días después había capturado a 150 machos de la misma especie que llegaron a su cuarto atraídos desde varios kilómetros de distancia.
Esto lo llevó a pensar que las hembras emiten un olor que los machos detectan a través de sus finas antenas. En comparación con el ser humano, ello equivaldría a que una mujer madura liberara toda su esencia femenina en una habitación y que al cabo de un tiempo un gran número de hombres la rodeara tratando de cortejarla, y todo gracias a su sentido del olfato. Sin
embargo, nos es imposible hacerlo porque perdimos la facultad de percibir las feromonas emitidas por nuestra propia especie, o no la hemos desarrollado como otros animales. Muchos otros mamíferos utilizan un conjunto separado de células receptoras sensoriales que tienen en la nariz para percibir diferentes tipos de información, como es el caso de especies tan distintas como los ratones, alces o leones.
Las feromonas se definen de acuerdo al área de conocimiento en que nos ubiquemos. En 1959, los doctores Karlson y Lüscher fueron los primeros en sugerir y definir la palabra feromona, que proviene del griego y que significa “llevar a excitación”. Las feromonas consisten en sustancias químicas excretadas o secretadas por un animal que provocan una reacción específica; por ejemplo, un comportamiento definido o un desarrollo determinado.
Volvamos al ejemplo antes mencionado de la mujer en una habitación, pero ahora coloquemos en esta a las hembras de la mariposa del gusano de seda (Bombyx mori) y a sus respectivos machos en busca de una pareja sexualmente disponible. En este caso, las hembras liberan a la atmósfera circundante por medio de una glándula una pequeñísima cantidad de la feromona (nanogramos o milmillonésima parte de un gramo) llamada bombykol, que contiene una infinidad de compuestos químicos. El macho posee unas antenas muy especializadas que tienen miles de sénsulos o vellosidades (17 mil, para ser exactos) que le permiten detectar o advertir la feromona liberada. Después de un tiempo determinado, de haber recorrido una distancia considerable y superado numerosos obstáculos, los machos arribarán al punto exacto donde se localiza la hembra, comenzando el cortejo mediante un aleteo que semeja una danza. Lewis Thomas ha calculado que si una hembra liberara todo el bombykol concentrado en su glándula, atraería a un trillón de machos en un instante. Haciendo la analogía con la mujer, imaginen la competencia que tendría un hombre.
Los compuestos químicos involucrados en la comunicación entre los animales son ahora conocidos como “semioquímicos”, los cuales se dividen en feromonas y aleloquímicos.
Las feromonas, como ya hemos explicado, son sustancias que influyen en individuos de la misma especie y que pueden regular la maduración sexual, desarrollo o estado fisiológico, o pueden servir como un sistema de alarma para la reproducción sexual, la agregación de los individuos, el marcaje territorial o de ruta o sendero.
Por otro lado, los aleloquímicos son de carácter interespecífico, es decir, actúan en individuos de especies diferentes, y pueden resultar benéficas al receptor o al emisor. Así, algunas larvas de mariposas liberan o secretan sustancias químicas que ayudan a repeler a alguna clase de depredador, como las aves, obteniendo un beneficio; sin embargo, esa misma sustancia puede ser utilizada por parasitoides, un enemigo natural que se alimenta de las larvas para poder dar paso a la siguiente generación.
Como podemos ver, para que las feromonas cumplan su razón de ser en la naturaleza como parte de los seres vivos se necesita de un emisor que la libere a la atmósfera, de que el aire la lleve y de que transmita un mensaje a un receptor potencial que se encuentra a corta o larga distancia de la fuente, formándose así el canal de comunicación entre los individuos. Vale la pena apuntar que los insectos son organismos muy evolucionados, por lo que tienen una comunicación sumamente compleja.
En el caso de la abeja reina (Apis mellifera), hasta el momento se han encontrado diez clases de feromonas que le sirven para comunicarse con la colmena. Este tipo de información es de vital importancia para el hombre, toda vez que lo emplea para su propio beneficio; por ejemplo, puede usar las feromonas para sustituir a la reina en la construcción de nuevas colmenas o para la cría de nuevas reinas. Finalmente, el conocimiento de las feromonas puede ayudar a mejorar la relación entre los individuos mediante su adecuada regulación y uso.
¿Qué tienen que ver las feromonas y los perfumes?:
Las feromonas es un aditivo que se utiliza en las fragancias cosméticas y perfumísticas para mejorar el atractivo sexual.
Estas síntesis de feromonas humanas se pueden agregar a nuestros productos de cosmética y perfumería. La feromonas son aerotransportadas, «sustancias mensajeras», que nuestro cuerpo emite, desencadenando respuestas en el sexo opuesto.
Como ya hemos dicho tantas veces en Aroma y Energía el perfume forma parte de nuestra personalidad. Teniendo en cuenta que para nosotros la finalidad del perfume es el bienestar, el perfume nos aporta la capacidad de sentirnos más seguros de nosotros mismos.
En diversas investigaciones científicas se ha demostrado que las feromonas cambian el estado mental y el funcionamiento del cerebro humano.
Las feromonas influyen en:
el estado de ánimo de las personas que nos rodean y en,
el estado de ánimo de la persona que las usa
Las feromonas pueden abrir los medios de la comunicación entre personas. Se puede provocar un cambio en la primera impresión que las personas, recién conocidas, producen sobre nosotros. Desde luego que cambian de disposición y el estado de ánimo de las personas que estan a nuestro alrededor.
Está comprobado en todos los casos en los que una persona entra en contacto con otro ser humano.
¿NOS MENSAJEAMOS?
Resumiendo podemos decir que los mensajes entre individuos de la misma especie utilizan las feromonas para su comunicación, ya que pueden ser no sólo a través de sonidos, movimientos o colores. Y no sólamente a corta y mediana distancia entre los individuos en comunicación, sino que se pueden dar a través de grandes distancias, transportadas por el aire y con respuestas, tan variadas y significativas que dichos mensajes son capaces de cambiar conductas y comportamientos, tanto físicas como hormonales.
Estos mensajes son causa de las feromonas, las cuáles son compuestos químicos volátiles, secretados en su mayoría por insectos, pero también en mamíferos, donde en los primeros, el uso de las feromonas se utiliza principalmente en la eliminación de plagas, las cuáles afectan a los cultivos.
CLASIFICACIÓN DE LAS FEROMONAS:
Feromonas de alarma- utilizadas para propagar el mensaje de ataques o invasión sobre el peligro de predadores para la especie atacada.
Feromonas territoriales- son feromonas de limitantes de espacio y territorios para especies determinadas.
Feromonas de agregación y congregación- también conocidas como feromonas de pista, se utilizan para agregar a otros miembros de la misma especie a fuentes alimentarias encontradas o lugares aptos para anidar colonias.
Feromonas disuasores- son sustancias químicas que ayudan a insectos de la misma especie a inhibir su comportamiento de aproximación a ciertos objetos.
Feromonas sexuales- emitidas en casi su totalidad por la hembra en el caso de los insectos, tiene por objetivo la atracción del macho para el apareaminto. Es así como este tipo de feromonas son mezclas de dos ó más compuestos químicos dados en cantidades específicas. Se generan en la parte ventril del abdomen.
Estas últimas son las de mayor importancia para el ser humano, ya que por sus propiedades atractivas este tipo de feromonas se utiliza en el área fitosanitaria, en el control agrícola de plagas.
Así se conoce la estructura química de la feromona sexual de la plaga, esta puede aislarse o sintetizarse para luego colocarse en trampas, lo cual reemplazará directamente a la utilización de insecticidas en las cosechas.
En cuanto a las feromonas de los mamíferos, éstas pueden ser secretadas por glándulas salivales y suporíparas además de encontrarse en las heces y en la orina de éstos.
En comparación con los insectos, las feromonas de los mamíferos no son tan extensamente conocidas ni mucho menos aisladas y sonetizadas, debido a que a medida que el tamaño del mamífero crece, se convierte en un objetivo de análisis mucho más complejo.
Para los mamíferos en la mayoría de las especies sí se ha comprobado que la existencia de las feromonas sirve para la identificación del sexo, así por ejemplo el venado almizclero macho de su glándula abdominal secreta la feromona muscona, la cual es característica de su especie y de su sexo, a modo de aplicación esta feromona se utiliza a gran escala en la industria de la perfumería.
En cuanto a los humanos pero principalmente las mujeres, se ha comprobado la existencia de feromonas. Sin una estructura química ideada, estas feromonas provenientes del sudor de las mujeres durante ciertos días de sus períodos menstruales pueden provocar, «una regulación social de la ovulación», lo cual consiste en la regulación y homogenización del ciclo menstrual que conviven juntas tiempos prolongados de sus vidas.
Principalmente esto consiste en dos efectos que influyen directamente sobre la hormona leutinizante o LH la cual es la hormona responsable de la ovulación.
Así durante la fase folicular, es decir en los días antes de la ovulación (entre los días 10-13), las mujeres producen feromonas que acortan el ciclo ovárico de las demás mujeres, lo cual se debe al crecimiento de la concentración de la hormona leutinizante, y por otro lado las feromonas producidas justo en el período de ovulación y días posteriores tienen el efecto contrario, es decir, alarga el ciclo menstrual de las demás mujeres, lo cual se debe al decaimiento de la hormona LH.
Esto fue descubierto por la psicóloga Martha Mc Clintonck, la cual trabajó en esto durante 27 años y realizó una investigación en la cual se dió cuenta que durante los cuatro primeros meses, comunidades de mujeres que vivían juntos o convivían largos períodos del día juntas, presentaban la regulación en su ciclo menstrual.
Dichas investigaciones se han confirmado con otros estudios como los realizados por un centro de investigación en California, en donde se tomó sudor axilar de una mujer «alfa» y durante 5 meses y 3 veces a la semana colocaban dicho sudor en un algodón para luego colocarlo en el labio superior de 5 mujeres donde 4 de ellas terminaron por tener el mismo período de menstruación que el de la mujer «alfa».
BIOLOGÍA FEROMONAL DE LA ESPECIE HUMANA
En el artículo BIOLOGÍA FEROMONAL DE LA ESPECIE HUMANA del Dr. Grégory Alfonso nos dice que todas las especies de plantas, insectos y animales utilizan una gran cantidad de moléculas para la comunicación a manera de un códice. En las plantas incluso parece ser clave para los procesos de cruce directo o en forma indirecta a través de la atracción de insectos.
Los vertebrados usan las de este tipo para atracción nupcial, dominancia grupal, mareamiento territorial, señales de alarma (invasión territorial), seguimiento de rastro grupal, manipulación de radio sexual y otras funciones que desconocemos.
Las feromonas comunican individuos interespecie, favoreciendo la caza o la defensa frente a predadores, en caso tal se denominan allomonas.
Cada individuo tiene un perfil particular de producción de feromonas y ello se llama «odor» y hace correlato de su estatus hormonal, inmune, dietario y de flora exocomenzal (bacterias dermatofitas). Así mismo, cada especie tiene un perfil de recepción restringido a feromonas, en particular de su especie, lo que redunda en su membresía biológica. Fuera de ello, por situaciones epigenéticas aún no conocidas, cada individuo de una especie tiene un perfil muy particular de recepción y producción de feromonas.
En teoría ya hay evidencia de que cada individuo tiene un patrón individual de feromonas y la atracción se daría frente a individuos que secretan aquellas feromonas por las cuales tienen una particular proclividad. Hoy es claro que estas sustancias tienen además la particularidad de inducir cambios conductuales de los individuos y en esa forma se sustenta un código a nivel inconSciente, que permite que un individuo en una comunidad biológica pueda comunicar sus estados de ánimo para indicarle al grupo su salud, o bien, para indicar la disponibilidad y compatibilidad sexual. Al respecto de lo último, parece existir una especificidad de género para las feromonas: los machos no responden a las feromonas producidas por miembros de su mismo género, pero sí afectan a las hembras y viceversa. Esto es evidente en vertebrados que ha llevado a estudios de punta en mamíferos incluyendo primates.
Ya en 1870 Jean-Henri Fabre observó que ciertas polillas machos se desplazaban a distancias de kilómetros hasta llegar a las hembras, atraídos por sustancias emitidas por éstas. Un fenómeno análogo se observó en los gusanos de seda y la primera feromona fue identificada en 1956 como un atrayente sexual para las mariposas de este animal, el «bombykol», nombre dado en razón al nombre científico de la especie «Bombyx mori».
La cavidad nasal y quimiorecepción en mamíferos:
La cavidad nasal en mamíferos se ha estimado desde el punto de vista biológico que posee cinco grandes tipos de recepción sensitiva especial:
Mucosa nasal.
Órgano septal submucoso de Grüeneberg y su aferencia por el nervio trigémino.
Nervio trigémino y su aferencia através del ramo medial nasal del ramo etmoidal anterior de la división oftálmica.
Órgano septal de Masera (grupos de NE sensoriales en la porción ventrocaudal de las cavidades ventilorrespiratorias de la base del septo nasal).
Órgano vomero-nasal (OVN).
Si bien hay un conocimiento importante de la fisiología de la mucosa nasal así como de la sensibilidad a sustancias amoniacales irritantes por parte de las terminales del nervio trigémino (en el argot médico se denomina quemestesis a la sensibilidad a irritantes nasales), nuestro conocimiento es vago
al respecto del OVN y muy pobre en relación con el órgano de Masera y el órgano de Grüeneberg. Al revisar la literatura hay verdaderas contradicciones y vacíos.
Las feromonas y el OVN:
Los receptores para feromonas se localizan en especial, pero no en forma exclusiva, en un órgano especializado de la base del septo nasal denominado Órgano vomero-nasal (OVN):
Fue descubierto por F. Ruysch en 1703 y redescubierto hacia 1813 por el anatomista danés Ludvig Jacobson.
Las feromonas dirigen comportamientos programados genéticamente como el sexual y el de agresión entre individuos específicos (de un mismo linaje familiar genético). Se encarga de traducir el señalamiento feromonal químico en actividad eléctrica neuronal, esto es, potenciales de acción. El OVN es un órgano
tubular engastado en el hueso, localizado en forma bilateral en la base del septo nasal, se abre adelante hacia la cavidad nasal o hacia la boca a través del ducto vomeronasal. Se ha encontrado en anfibios y en la mayor parte de los reptiles (órgano de Jacobson de las serpientes) y una buena parte de los mamíferos
cuentan con un OVN mientras en los pájaros sólo se ha detectado en su fase embrionaria. En tanto que para la organización zonal neuronal de la mucosa olfatoria se ha detectado un patrón de distribución medio-lateral y dorso-ventral, definiendo cuatro zonas, aún no está claro si ese patrón subyace también a la distribución del OVN.
Las feromonas y su evaluación por parte del cerebro revelan datos sobre:
• El reconocimiento del otro y de su pertenencia grupal; esto da la identificación del yo biológico.
• El estatus biológico de un individuo que tiene funciones claves en la elección de parejas con reproducción viable dentro de un nicho ecológico.
Las actividades desencadenadas por las FM han sido clasificadas en:
• Iniciadoras: efecto endocrino o neuroendocrino, como el ciclo menstrual.
• Liberadoras: efecto sobre el comportamiento, como la atracción sexual y disposición al amamantamiento.
• Señalizadores: efecto informativo, como reconocimientoolfatorio del recién nacido por su madre.
• Moduladoras o sugestivas : influencia sobre la emoción y la motivación.