SISTEMA CIRCULATORIO, ARTICULAR Y MUSCULAR
Los aceites esenciales son absorbidos fácilmente por el torrente sanguíneo a través de la piel y las mucosas, influyendo en la circulación. Los aceites con efecto rubefaciente o activador no mejoran únicamente la circulación sanguínea local sino que también afectan los órganos internos. Proporcionan calor y una sensación de bienestar a la epidermis, y disminuyen el dolor considerablemente gracias a su efecto analgésico y tumefaciente. Estos aceites alivian la inflamación local liberando mediadores libres que dilatan los vasos sanguíneos, de forma que la sangre circula mejor, reduciendo la inflamación. Algunos aceites, como el de hisopo, tienen un efecto regulador del sistema circulatorio en general, reduciendo la presión sanguínea si es demasiado alta o estimulando el sisema si éste es perezoso.
HIPOTENSORES: para la tensión arterial alta, las palpitaciones, el estrés. MEJORANA, YLANG-YLANG, LAVANDA, LIMÓN
HIPERTENSORES: para la mala circulación, sabañones, apatía. ROMERO, EUCALIPTO, MENTA Y TOMILLO
RUBEFACIENTES: para el reumatismo articular, rigidez muscular, ciática, lumbago. PIMIENTA NEGRA, ENEBRO, ROMERO, ALCANFOR, MEJORANA
AGENTES DEPURATIVOS Y ANTITÓXICOS: para la artritis, gota, congestión, erupciones de la piel. ENEBRO, LIMÓN, HINOJO
ESTIMULANTES LINFÁTICOS: para la celulitis, obesidad, retención de líquidos. POMELO, HINOJO, LIMÓN, MANDARINA
TÓNICOS, CIRCULATORIOS Y ASTRINGENTES: para la hinchazón, inflamaciones, venas varicosas. CIPRÉS, MILENRAMA, LIMÓN
APARATO RESPIRATORIO
Las infecciones de nariz, garganta y pulmón responden muy bién al tratamiento con aceites esenciales. La inhalación constituye una manera muy efectiva de utilizar sus propiedades porque «aunque una vez que llegan a los bronquios la mayor parte será exhalada directamente por los pulmones, provocan un aumento de la secreción bronquial (como reacción de protección) que resulta beneficiosa para muchas enfermedades respiratorias». Por inhalación llegan al torrente circulatorio antes que por vía oral. Además, la mayoría de los aceites esenciales ingeridos por el estómago se excretan por vía pulmonar, y sólo una pequeña parte a través de la orina.
EXPECTORANTES: para el catarro, sinusitis, tos, bronquitis. EUCALIPTO, PINO, TOMILLO, MIRRA, MADERA DE SÁNDALO E HINOJO
ANTIESPASMÓDICOS: para el cólico, asma, tos seca, tos ferina. HISOPO, CIPRÉS, CEDRO, BERGAMOTA, MANZANILLA, CAJEPUT
AGENTES BALSÁMICOS: para los resfríados, escalofríos, congestión. BENJUÍ, INCIENSO, MIRRA
ANTISÉPTICOS: para la gripe, resfriados, inflamaciones de garganta, amigdalitis, gingivitis. TOMILLO, SALVIA, EUCALIPTO, HISOPO, CAJEPUT, ÁRBOL DEL TÉ
APARATO DIGESTIVO
Si bien no se recomienda la ingesta de los aceites esenciales por vía oral, éstos pueden producir, mediante su aplicación externa, ciertos cambios en el proceso digestivo. Por más que la fitoterapia disponga de diversos remedios para una amplia variedad de enfermedades del estómago, la vesícula biliar y el hígado, como el diente de león, malvavisco, manzanilla y ulmaria, gran parte de su efectividad se basa en una combinación de sus componentes aromáticos, junto con los amargos, taninos y mucílagos, que están ausentes en el aceite volátil puro. La aplicación externa de aceites esenciales para los problemas del aparato digestivo, aunque efectiva, resulta en consecuencia algo limitada en comparación con el uso interno de los remedios a base de plantas medicinales.
ANTIESPASMÓDICOS: para espasmos, dolor, indigestión. MANZANILLA, HINOJO, NARANJA, MENTA, MELISA, ANÍS, CANELA
CARMINATIVOS Y ESTOMACALES: para dispepsia flatulenta, aerofagia, naúseas. ANGÉLICA, ALBAHACA, HINOJO, MANZANILLA, MENTA, MANDARINA
COLAGOGOS: para aumentar el flujo biliar y estimular la vesícula biliar. ALCARAVEA, LAVANDA, MENTA
HEPÁTICOS: para las congestiones hepáticas, ictericia. LIMÓN, LIMA, ROMERO, MENTA
APERITIVOS: para la pérdida del apetito, anorexia. ANÍS, ANGÉLICA, NARANJA, JENGIBRE, AJO
SISTEMAS GÉNITO-URINARIO Y ENDOCRINO
Al igual que ocurre con el aparato digestivo, se puede influir en los órganos reproductores y los cambios hormonales por absorción en el torrente sanguíneo a través de la piel. Algunos aceites esenciales como el de rosa y jazmín tienen afinidad con el aparato reproductor, con un efecto fortalecedor, y ayudan a combatir trastornos como problemas menstruales, infecciones genitales y problemas sexuales. Otros aceites contienen hormonas vegetales que mimetizan las hormonas humanas correspondientes, aceites como los de lúpulo, salvia e hinojo se ha descubierto que contienen una forma de estrógeno que influyen en el ciclo menstrual, la lactancia y las características sexuales secundarias.
Otros aceites esenciales actúan sobre los niveles de secreción hormonal de otras glándulas, incluyendo la tiroides (que controla el crecimiento y el metabolismo), la adrenal (relacionada con el estrés) y el córtex adrenal (que controla procesos como la producción de estrógenos y andrógenos).
En cuanto a los riñones, vesícula y aparato urinario, es difícil obtener resultados con el sólo uso de aceites esenciales. Según estudios recientes, «los efectos diuréticos de los aceites esenciales son virtualmente inexistentes».
ANTIESPASMÓDICOS: para los dolores menstruales (dismenorrea), dolores de parto. MEJORANA, MANZANILLA, SALVIA, JAZMÍN, LAVANDA
EMENAGOGOS: para períodos menstruales escasos, ausencia de período menstrual (amenorrea). MANZANILLA, HINOJO, HISOPO, ENEBRO, MEJORANA, MENTA
TÓNICOS Y REGULADORES UTERINOS: para el embarazo, exceso de menstruación (menorragia), síndrome premenstrual. SALVIA, JAZMÍN, ROSA, MIRRA, INCIENSO, MELISA
AGENTES ANTISÉPTICOS Y BACTERICIDAS: para la leucorrea, prurito vaginal, candidiasis. BERGAMOTA, MANZANILLA, MIRRA, ROSA, ÁRBOL DEL TÉ
GALACTAGOGOS: para aumentar el flujo de la leche. HINOJO, JAZMÍN, ANÍS, LEMONGRASS, (LA SALVIA, LA MENTA Y EL PEREJIL LO REDUDEN)
AFRODISÍACOS: para la impotencia y la frigidez. PIMIENTA NEGRA, CARDAMOMO, SALVIA, NEROLI, JAZMÍN, ROSA, SÁNDALO, PACHULÍ, YLANG-YLANG
ANAFRODISÍACOS: para reducir el deseo sexual. MEJORANA Y ALCANFOR
ESTIMULANTES DE ADRENALINA: para la ansiedad, problemas de estrés. ALBAHACA, GERANIO, ROMERO, SALVIA, PINO, AJEDREA
ANTISÉPTICOS URINARIOS: para la cistitis, uretritis. BERGAMOTA, MANZANILLA, ÁRBOL DEL TÉ, SÁNDALO
EL SISTEMA INMUNOLÓGICO
En teoría, todos los aceites esenciales tienen propiedades bactericidas y estimulan la producción de glóbulos blancos, ayudando a prevenir y tratar las enfermedades infecciosas. Estas propiedades confirieron a las plantas medicinales y a los aceites merecida fama contra infecciones como la malaria y la fiebre tifoidea en los trópicos, y contra las plagas en la Edad Media. «Las personas que utilizan con asiduidad aceites esenciales (…) tienen en general una elevada resistencia a la enfermedad, cogiendo menos resfríados, etc…, que la media, y recuperándose pronto».
AGENTES BACTERICIDAS Y ANTIVÍRICOS (PROFILAXIS): para la protección contra los resfríados, gripe. ÁRBOL DEL TÉ, CAJEPUT, NIAOULI, ALBAHACA, LAVANDA, EUCALIPTO, BERGAMOTA, ALCANFOR, CLAVO Y ROMERO
AGENTES ANTIPIRÉTICOS: para bajar la fiebre. ANGÉLICA, ALBAHACA, MENTA, TOMILLO, SALVIA, LIMÓN, EUCALIPTO Y ÁRBOL DEL TÉ
SUDORÍFICOS Y DIAFORÉTICOS: para estimular la sudoración, eliminar toxinas. ROMERO, TOMILLO, HISOPO Y MANZANILLA
EL SISTEMA NERVIOSO
Hay investigaciones que demuestran que las propiedades de muchos aceites responden a las creencias tradicionales: se ha comprobado que los aceites de manzanilla, bergamota, madera de sándalo, lavanda y mejorana tienen un efecto sedante sobre el sistema nervioso central, mientras que los de jazmín, menta piperita , albahaca, clavo e ylang ylang tienen efecto estimulante. En contra de la creencia popular, en cambio, se ha encontrado que el aceite de neroli es estimulante y el de limón relajante. Se sabe que algunos aceites tienen un efecto equilibrador o normalizador: por ejemplo, el aceite de geranio y el de palo de rosa resultan sedantes o estimulanes, en función de la situación y el individuo.
Palabras como «relajante» o «estimulante» suelen estar más relacionadas con la descripción del olor y la respuesta emocional que con su efecto fisiológico, si bien ambos están relacionados. Aceites como el de bergamota, melisa o limón pueden resultar sedantes para el sistema nervioso pero vivificantes del ánimo, y aceites como el de jazmín, ylang ylang y neroli pueden ser estimulantes nerviosos pero calmantes y relajantes a un nivel emocional más sutil.
SEDANTES: para tensión nerviosa, estrés, insomnio. MANZANILLA, BERGAMOTA, MADERA DE SÁNDALO, LAVANDA, MEJORANA, MELISA, VALERIANA, LIMÓN
ESTIMULANTES: para la convalecencia, falta de fuerza, fatiga nerviosa. ALBAHACA, JAZMÍN, MENTA PIPERITA, YLANG-YLANG, NEROLI, ANGÉLICA, ROMERO
TÓNICOS NERVIOSOS: para fortalecer el sistema nervioso en su conjunto. ENEBRO, MANZANILLA, SALVIA ROMANA, LAVANDA, MEJORANA, ROMERO