MEDICINA CHINA: Las causas del desequilibrio

La concepción de la medicina occidental, más mecanicista, remite a una forma de pensamiento que iguala la enfermedad a algo que ha causado un «colapso» en alguna parte de nuestro mecanismo biológico, por tanto el tratamiento se centra sobre todo en la porción dañada. Hay ocasiones en las que esta orientación es adecuada y proporciona tratamientos adecuados y eficaces, pero crea un cuadro psicológico que a veces puede llegar a ser contraproducente.

La medicina china, en cambio, considera que la enfermedad es producto de las influencias que han perturbado la armonía y el equilibrio de todo el sistema de energía, y, aunque pueden aparecer síntomas específicos, nunca se pierde de vista el «equilibrio del conjunto». En esta parte del libro se tratarán las influencias que la medicina china considera importantes cuando aparecen los desequilibrios.

 

CAUSAS INTERNAS

La medicina china considera que los órganos internos influyen no sólo en las funciones físicas del cuerpo sino también en los aspectos psicológicos y espirituales. Las principales causas internas de desequilibrio son de naturaleza psicológica y se las suele llamar las «siete emociones»: ira, alegría, tristeza, dolor, preocupación, miedo y terror.

En algunos casos hay claros solapamientos entre algunas de estas emociones y en otros, la distinción es cuestión de matices, como ocurre con tristeza y dolor, miedo y terror. La medicina china no divide las emociones y estos solapamientos no se consideran problemáticos. Las siete emociones no se consideran ni «buenas» ni «malas», lo importante es cómo consiguen el equilibrio. De esta forma, un exceso de alegría es un estado tan  desequilibrado como un exceso de dolor, aunque el desequilibrio pueda parecer diferente.

 

 EMOCIÓN          ÓRGANO YIN       ÓRGANO YANG

   IRA                                      HÍGADO                                VESÍCULA BILIAR

   ALEGRÍA                            CORAZÓN                            INTESTINO DELGADO

   TRISTEZA,                          PULMONES                          INTESTINO GRUESO

    PREOCUPACIÓN            BAZO                                     ESTÓMAGO

    MIEDO, TERROR             RIÑÓN                                   VEJIGA

 

A continuación se tratan las siete emociones por separado. La mayoría de las personas experimenta una amplia gama de emociones que varían en intensidad. Algunas son adecuadas y adaptables, y otras no tanto. Es importante tener presente que las emociones pueden influir en el equilibrio del Qi (o fuerza vital) en el cuerpo y que pueden agravar los desequilibrios.

ALEGRÍA: en medicina china el concepto de alegría se refiere a un estado de agitación o sobreexcitación, más que a la noción pasiva de un profundo bienestar. El órgano más directamente afectado es el corazón. La sobreestimulación puede ocasionar problemas de fuego en el corazón, que se manifiestan como agitación, insomnio y palpitaciones.

IRA: la ira abarca toda una variedad de emociones asociadas, entre ellas resentimiento, irritabilidad y frustración. La ira puede afectar al hígado, lo que provoca el estancamiento del Qi del hígado. Esto ocasiona una subida de la energía del hígado a la cabeza, lo que da como resultado dolores de cabeza, mareos y otros síntomas relacionados. A largo plazo puede causar hipertensión y problemas con el estómago y el bazo.

TRISTEZA Y DOLOR: los pulmones están directamente relacionados con estas emociones. Una manifestación normal y saludable de la tristeza o del dolor se expresa como un sollozo, que se origina en lo más profundo de los pulmones, con una respiración muy profunda y expulsión de aire. Sin embargo, la tristeza a la que no se da salida y que se vuelve crónica puede crear un desequilibrio en los pulmones y debilitar el Qi del pulmón, lo que interfiere con la función pulmonar que hace circular el Qi por el cuerpo.

PREOCUPACIÓN: en la medicina china, la preocupación se considera el resultado de pensar demasiado o de una excesiva estimulación mental e intelectual. Cualquier actividad que requiera un gran esfuerzo mental corre el riesgo de causar un desequilibrio. El órgano más amenazado es el bazo. La preocupación puede provocar una deficiencia del Qi del bazo, causa a su vez de fatiga, letargo e incapacidad de concentración. Esta mala situación puede verse agravada por unos malos hábitos alimentarios.

MIEDO Y TERROR: el miedo es una emoción humana normal, pero cuando se vuelve crónico y la causa percibida del miedo no se puede abordar directamente, es probable que dé lugar a un desequilibrio. Los órganos más afectados son los riñones. En casos de terror extremo la capacidad de los riñones de controlar el Qi puede verse afectada y conducir a la enuresis. Esta situación es más difícil con niños. El Qi del riñón se  agota y con él el yin del riñón.

CAUSAS EXTERNAS

La medicina china considera que hay seis causas externas de desequilibrio que se relacionan con las condiciones climáticas. Se conocen con los nombres de las «seis influencias perniciosas», los «seis factores patógenos» o los «seis males exteriores».  Estos factores son viento, fuego y calor, frío, sequedad, humedad, calor en verano. En los climas templados, los factores que se observan con más frecuencia son: frío, humedad, viento y hasta cierto punto, calor.

VIENTO: el viento causa movimiento, cambios repentinos, temblores y oscilaciones.

El viento se considera una influencia patógena Yang, con características similares en el cuerpo o la naturaleza.

El viento es un factor externo influyente y posee el efecto de penetrar en la superficie del cuerpo. A menudo se combina con otros factores externos, especialmente el frío, para invadir el cuerpo. Los desequilibrios producidos por el viento se caracterizan por su comienzo repentino. Una afección muy habitual es el resfríado común. Si el Wei Qi es débil, el viento y el frío pueden penetrar en el cuerpo y traspasar con rapidez el más «externo» de los órganos yin internos: los pulmones. Así aparecen los síntomas clásicos del resfriado: estornudos, escalofríos y mucosidad. Es interesante observar que si sobreviene un desequilibrio producido por el viento y el frío, los síntomas del frío se convierten en síntomas de calor, así como el yin cambia a yang.

Por tanto, el desequilibrio cambia y aparece fiebre, dolor de garganta, boca seca y flemas amarillentas y espesas. En la medicina china, el viento se relaciona con un desequilibrio interno, asociado normalmente al hígado. El viento interno del hígado se suele considerar un desequilibrio más grave, que puede tener como resultado enfermedades como la epilepsia, la apoplejía o el Parkinson. El viento interno del hígado aumenta y causa que el cuerpo se sacuda, tiemble y se estremezca.

Se suele relacionar al viento con la primavera, según las correspondencias de los Cinco Elementos, lo que significa que en la medicina china las personas son más propensas a ser susceptibles a desequilibrios externos de viento en primavera.

FRÍO:  el frío contrae el cuerpo, restringe el movimiento, limita el calor del cuerpo y puede provocar el estancamiento.

El frío se considera una influencia patógena Yin.

Una invasión de frío comienza súbitamente y provoca una sensación de enfríamiento, dolor de cabeza y aversión al frío. Puede que duela todo el cuerpo y es probable que no haya sudor. Si no se trata, este frío puede afectar a los pulmones, e incluso al estómago y al bazo, provocando dolor abdominal, vómitos o diarrea. También puede afectar al canal del hígado, especialmente en la zona genital, y causar dolor y malestar en esta zona.

El frío interno suele proceder de una deficiencia crónica del Yang, producida por múltiples causas, entre ellas una exposición prolongada al frío externo. Como cabe esperar, el frío está asociado al invierno.

HUMEDAD: la humedad causa letargo general, es pesada y persistente, tarda en desaparecer.

La humedad se considera una influencia patógena Yin. El concepto de humedad en la medicina china comparte muchas de las cualidades asociadas a la humedad ambiental.

Cuando la humedad invade el cuerpo, causa pereza, miembros cansados y pesados, confusión mental y letargo general. Toda emisión corporal tenderá a ser turbia y pegajosa, y la lengua tendrá un aspecto pegajoso. El bazo es especialmente susceptible a la humedad; ésta inhibe las funciones de transporte y transformación del bazo, lo que puede causar distensión abdominal y posiblemente diarrea.

La humedad puede afectar también a las articulaciones, causando rigidez, en especial por las mañanas al levantarse, y las articulaciones pueden mostrarse inflamadas y doloridas, como en algunos estados de artrosis. La humedad también suele combinarse con el frío y el calor. Si el bazo resulta dañado debido a la invasión de la humedad externa o a una dieta inadecuada, causa un trastorno interno crónico que conduce a la acumulación de flema. La flema interna «invisible» puede resultar particularmente difícil, porque contribuye a la aparición de problemas tales como el vértigo crónico o la hipertensión arterial (tensión sanguínea alta).

En el calendario chino, la humedad está asociada con el final del verano, que puede ser húmedo. Sin embargo, es razonable pensar que la humedad puede aparecer en cualquier momento, según las condiciones climáticas locales.

FUEGO Y CALOR: el fuego y el calor son calientes, inducen al movimiento y secan.

En la medicina china es frecuente usar los términos fuego y calor de forma indistinta. Se consideran influencias patógenas Yang. Las principales características de ambas influencias son bastante obvias.

El fuego y el calor producen una amplia variedad de síntomas relacionados en el calor: fiebre, inflamación, ojos irritados, aversión al calor, erupciones de la piel, etc. Poseen un efecto secante de los fluidos corporales: piel sea, estreñimiento y orina escasa y amarillenta. El fuego y el calor también pueden ocasionar unos cuadros psicológicos molestos, como hiperactividad, agitación menal y, en casos graves, delirio y manías, causados por el calor que afecta al Shen.

También puede haber estados internos causados por el fuego y el calor. Una deficiencia de Yin («Calor Vacío») afecta a varios órganos Yin-Yang, aunque en todos los casos suele haber una deficiencia del Yin del riñón subyacente.

Los trastornos del fuego suelen estar asociados con el hígado, el estómago y los pulmones y causan estados en los que el fuego arde hacia arriba  y que afectan con frecuencia a la cabeza. Por ejemplo, el fuego del estómago puede provocar un agudo dolor de muelas cuando el fuego asciende por el canal del estómago hacia la cara.

El fuego y el calor están asociados al verano. Obviamente las variaciones climáticas pueden influir; sin embargo, las personas que viven en climas fríos, y también húmedos, son más susceptibles de sufrir una invasión de fuego y calor si visitan, por ejemplo, un país cálido en vacaciones y no toman medidas.

SEQUEDAD Y CALOR DE VERANO: 

Estas dos últimas influencias externas se tratan juntas, ya que son mucho menos comunes y menos importantes que las demás que se acaban de tratar. Ambas se consideran influencias patógenas Yang.

La sequedad es el realidad una prolongación del calor y sus síntomas son similares, aunque produce mayor desecación de los fluidos corporales. Pude provocar una piel con grietas, labios y nariz secos, y una tos seca con poca o ninguna flema. Los pulmones son particularmente susceptibles, especialmente si el calor va acompañado de un viento seco.

La sequedad está asociada al otoño, pero de nuevo varía en función de la zona geográfica.

El calor de verano está asociado a los días más calurosos de esa estación y de nuevo es una prolongación del fuego y del calor. Con frecuencia está asociado a climas muy húmedos y muy cálidos, con lo que se añade el factor humedad. Consume rápidamente los fluidos corporales y provoca agotamiento y deshidratación.

Como se puede ver, las causas externas de desequilibrio constituyen las experiencias ambientales con las que hay que vivir. Los factores a los que está expuesto el individuo dependen de forma importante del clima en el que viva, pero el grado en que estos factores provocan desequilibrios depende de la resistencia del Qi de cada individuo y de sus hábitos de conducta. Nadie puede vitar la exposición a etas influencias, pero la forma de cuidarse determina de forma claramente decisiva cómo afectan.

TEXTO EXTRAÍDO DEL LIBRO: «MEDICINA CHINA». LA SALUD EN TUS MANOS. TIKAL
 

 

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